|
La
información entregada por la anamnesis y el examen físico
permite plantear un diagnóstico clínico apropiado
en la gran mayoría de los pacientes. Sin embargo, en muchos
casos es necesario comprobar la hipótesis o cuantificar el
daño. Además, con alguna frecuencia, enfermedades
importantes no dan manifestaciones que permitan su identificación
en periodos largos de su evolución o existen factores de
riesgo que hacen aconsejable pesquisarlas. Para avanzar en estos
aspectos se cuenta con una creciente cantidad de exámenes
auxiliares de diversa naturaleza: bioquímicos, inmunológicos,
histológicos, microbiológicos, imagenológicos,
funcionales, etc.
Es indudable que la incorporación
de estas herramientas a la práctica clínica ha significado
un enorme incremento en la eficacia de la atención médica,
pero con frecuencia se exagera en su uso, lo que eleva injustificadamente
los costos, riesgos y molestias para el paciente.
Los exámenes no
identifican enfermedades, sino alteraciones morfológicas
o funcionales o agentes causales ligados a éstas. De estos
elementos, algunos tienen un valor discriminatorio capaz de determinar
cambios en una conducta clínica o cuantificar un pronóstico,
mientras que otros, si bien son compatibles con el diagnóstico,
no añaden información significativa.
En consecuencia, el primer
paso es decidir cuáles de las interrogantes que se nos plantean
y seleccionar los exámenes cuyas características sean
más adecuadas para contestarlas y, dentro de éstos,
aquellos con la mejor relación costo-beneficio.
Una buena manera de verificar
si la selección ha sido la adecuada es preguntarse qué
efecto tendrá sobre nuestra conducta la respuesta que nos
entregue el examen. Si la actitud y conducta van a ser las mismas
cualquiera sea el resultado, el examen es innecesario. Si su costo
o riesgo excede el potencial beneficio, debe considerarse otra alternativa.
De lo anterior se deduce
que la solicitud automática y no meditada de exámenes
de rutina no se justifica, aunque aparentemente simplifique la tarea
del médico. Dado que todos los exámenes tienen un
porcentaje de resultados falsos positivos, si se aumenta su cantidad
crece también la probabilidad de que aparezcan falsos diagnósticos,
lo que implica costos y riesgos injustificados
Tampoco es aceptable solicitar
exámenes destinados a satisfacer una curiosidad del médico
o como material para una eventual investigación ajena a los
intereses del enfermo, quien sin embargo sufrirá las molestias,
correrá los riesgos y, eventualmente, deberá financiar
su costo.
Otro aspecto que debe tenerse
siempre presente es que los criterios de normalidad de un examen
no son verdades matemáticas inamovibles, sino simples criterios
de probabilidades. Usualmente representan un rango dentro del cual
caen los resultados obtenidos en el 95% de las personas normales
usadas como control, lo que significa que en un 5% de personas sanas.
los resultados pueden caer fuera del rango normal.
En segundo lugar, cuando
se adopta algunos valores como normales, debemos asegurarnos que
éstos fueron obtenidos en una población similar a
la nuestra y que estamos usando exactamente el mismo método
de laboratorio que se usó en el estudio de referencia. Finalmente,
según cual sea el objetivo con que se realiza el examen,
es posible modificar el punto de corte que separe los resultados
positivos de los negativos: si se persigue pesquisar todos los casos
se usa un criterio más laxo, aunque ello signifique tener
más falsos positivos, que serán identificados posteriormente.
Si lo que se desea es confirmar un diagnóstico, es probable
que se prefiera un punto de corte más exigente.
Las características
inherentes de un examen se describen, al igual que para los síntomas
y signos, a través de su sensibilidad y especificidad, o
sea, su comportamiento calculado en grupos de pacientes que se sabe
que tienen o que no tienen determinada alteración. Esto índices
permiten comparar exámenes y seleccionar el de mayor sensibilidad
si lo que se desea es pesquisar una condición, o el de mayor
especificidad si lo que se busca es confirmar un diagnóstico.
Una vez recibido el resultado
del examen que se eligió lo que necesitamos saber es con
qué grado de certeza ese resultado nos ayuda a resolver las
dudas con relación a un paciente individual, cuyo diagnóstico
ignoramos. En este aspecto los indicadores que nos servirán
serán otros, como los valores predictivos positivo y negativo,
que dependen de la probabilidad de que el paciente tenga o no la
enfermedad que suponemos, y esto depende de factores personales
del paciente y de la prevalencia de la enfermedad en esa localidad
y ese momento. Así, una imagen radiográfica de una
masa en el pulmón (resultado positivo) tiene un alto valor
predictivo positivo para cáncer bronquial en un paciente
fumador de 60 años y uno muy bajo en un niño de 10
años. Igualmente, un hemograma sugerente de tifoidea apoyará
esa hipótesis con mucha fuerza en un cuadro febril importante
en un área de endemia, justificando que se inicie tratamiento,
mientras que exigirá que se compruebe con otros exámenes
si es una época de baja incidencia o se está en un
país donde la tifoidea es una rareza.
Todo lo dicho puede resumirse
en la advertencia clínica que "estamos tratando enfermos
y no números".
En los capítulos que siguen abordaremos
aquellos exámenes que aplica con frecuencia el clínico
general en las enfermedades del aparato respiratorio: la espirometría,
los gases en sangre arterial, la radiografía y tomografía
axial computada de tórax, las endoscopía bronquial
y pleural y los exámenes citológico e histológico.
Los exámenes de uso restringido a determinados grupos de
enfermedades (microbiológicos, cintigráficos, angiográficos,
etc.) se tratarán en los capítulos correspondientes.
CAPITULO 20
ESPIROMETRIA
APLICACION CLINICA DE
LA ESPIROMETRIA
La espirometría
y los gases en sangre arterial son los exámenes de función
pulmonar más extensamente usados en clínica. Las bases
fisiológicas de este examen y sus alteraciones en las diferentes
enfermedades se analizan en otros capítulos de este libro.
En esta parte revisaremos las bases de su empleo en clínica
y veremos algunos ejemplos que la ilustran. Se parte de la base
que se cuenta con evidencias que el operador está técnicamente
capacitado, que el paciente ha cooperado con su máximo esfuerzo
y que el informe, que se refiere al examen, debe analizarse en conjunto
con el cuadro clínico para aplicarlo al enfermo
Valores normales
Como ya se resaltó
en el capítulo 2, para interpretar correctamente el resultado
de una espirometría, al igual que el de cualquier otro examen,
es necesario relacionarlo con los valores de referencia obtenidos
en individuos normales. Cuando se mide algún índice
espirométrico en una población normal los individuos
presentarán diferentes porcentajes del valor de referencia
que le corresponde según su edad, sexo y estatura. En la
Figura 20-1 la curva a la derecha indica las frecuencias en que
cada porcentaje individual se registró en una población
normal:
Figura
20-1. Distribución de frecuencia de los
valores de un examen funcional pulmonar, expresados como
porcentaje del valor de referencia(abscisa), en sujetos
normales y en enfermos.
Se puede apreciar que la
dispersión de los valores porcentuales es relativamente alta
y que el percentil 95, sobre el cual está el 95% de los sujetos,
cae aproximadamente en el 75% del valor de referencia. En la misma
figura, a la izquierda se muestra la distribución teórica
de un grupo de pacientes con una enfermedad cualquiera, por ejemplo
asma. Se puede observar que existe sobreposición con los
normales, motivo por el cual una proporción de los enfermos
tiene cifras dentro del rango normal ( Área achurada), mientras
que un 5% de los individuos sanos tiene valores que son debieran
ser considerados como "anormales", ya que caen bajo el percentil
95 ( área negra). El análisis de esta figura demuestra
dos hechos importantes:
a) La espirometría
no es 100% sensible, ya que algunos enfermos no son detectados.
Esto no significa que ellos carezcan de compromiso funcional,
ya que es posible, por ejemplo, que un paciente haya comenzado
con un valor de 120% y caiga a un 80%, valor todavía dentro
del rango normal. Este tipo de enfermo podría identificarse
con exámenes más sensibles o si se dispone de exámenes
preventivos previos que permitan demostrar una caída del
parámetro estudiado más allá de la velocidad
propia de la edad.
b) Las alteraciones espirométricas
no son 100% específicas, ya que algunos normales tienen
pruebas "anormales". La alteración en estos casos es generalmente
pequeña y de sólo uno de los índices.
Como corolario de lo
anterior, se puede concluir que el resultado de una espirometría
siempre debe ser analizado en conjunto con el resto de la información
clínica, ya que aisladamente puede inducir errores. En este
sentido, debe considerarse que el informe que proporciona el laboratorio
es sólo un análisis de las cifras obtenidas, de acuerdo
a pautas establecidas y en relación a un determinado
set de valores de referencia, que siempre debe ser identificado
en el informe. El análisis final de los resultados y su aplicación
al paciente debe efectuarlo el médico tratante en conjunto
con el resto de los datos clínicos.
Cuando se quiere evaluar
la evolución de un paciente es conveniente que las espirometrías
sean del mismo laboratorio y, de no ser así, verificar si
se han empleado los mismos valores de referencia. Si son diferentes
se deben comparar los valores absolutos y no los porcentajes
del valor de referencia.
Tipos de alteración
espirométrica
Existen tres tipos básicos
de alteración espirométrica (Tabla 20-1).
TABLA
20-1
TIPOS DE ALTERACION ESPIROMETRICA |
PATRON |
CVF |
VEF1 |
VEF1
/CVF |
Restrictivo |
|
|
N |
Obstructivo
con CVF normal |
N |
* |
|
Obstructivo
con CVF disminuida |
|
|
|
* Algunos pacientes pueden
tener VEF1 normal
1.-LIMITACION VENTILATORIA
RESTRICTIVA
Se caracteriza por disminución
de la CVF con caída proporcional del VEF1, lo
que se traduce en una relación VEF1/CVF normal.
Este tipo de trastorno espirométrico se observa en múltiples
enfermedades pulmonares, que se caracterizan por disminuir el volumen
pulmonar funcionante o por alterar su distensibilidad, como también
en afecciones de la pleura, tórax, nervios, músculos
o estructuras extrapulmonares vecinas (Tabla 20-2).
TABLA
20-2
CAUSAS DE PATRON ESPIROMETRICO RESTRICTIVO |
Enfermedades
con compromiso alveolar
- Edema pulmonar
- Neumonías alveolares
- Atelectasias
- Resección pulmonar
Enfermedades intersticiales
- Edema pulmonar
- Neumonitis infecciosas, tóxicas, inmunológicas
- Fibrosis pulmonar difusa
- Neumoconiosis
Lesiones que ocupan
espacio intratorácico
- Tumores
- Quistes, bulas
- Derrame pleural
- Neumotórax
Enfermedades que
afectan la pared torácica
- Cifoescoliosis
- Traumatismos
- Toracoplastías
- Fibrotórax
- Dolor
Enfermedades neuromusculares
- Miopatías
- Polineuritis
Enfermedades extrapulmonares
- Obesidad
- Ascitis |
2.-LIMITACION VENTILATORIA
OBSTRUCTIVA CON CVF DENTRO DE LIMITES NORMALES
Se caracteriza por disminución
de la relación VEF1/CVF, con normalidad de CVF.
Aun cuando en la mayoría de los casos existe disminución
absoluta de VEF1, en algunos con CVF muy grande el VEF1
puede no salir del rango normal. Este tipo de alteración
se observa en enfermedades con obstrucción de vía
aérea en sus etapas menos avanzadas
TABLA
20-3
CAUSAS DE PATRON ESPIROMETRICO OBSTRUCTIVO CON CVF NORMAL |
Obstrucción
vía aérea central
- Tumores faríngeos
y laríngeos
- Cuerpo extraño
- Compresión extrínseca
Obstrucción
bronquial difusa
- Asma bronquial
- Limitación crónica del flujo aéreo
- por tabaco (enfermedad pulmonar
crónica obstructiva (EPOC))
- asociada a bronquiectasias
- por bronquiolitis
- por fibrosis quística
|
3.-LIMITACION VENTILATORIA
OBSTRUCTIVA CON CVF DISMINUIDA
Se caracteriza por una disminución
de todos los índices espirométricos. Este tipo de
alteración, antiguamente llamada mixta, se puede producir
por dos mecanismos:
a) En enfermos con obstrucción
bronquial difusa avanzada pura, en los cuales el aumento del volumen
residual es tan acentuado que disminuye la CVF. En estos casos
la CPT es normal o alta.
b) En enfermos en que existen
simultáneamente obstrucción bronquial difusa y alguna
enfermedad causante de restricción. En estos enfermos la
CPT suele estar disminuida.
El análisis aislado
de la espirometría no permite diferenciar estos dos subtipos.
El clínico, en cambio, suele no tener dificultad para hacerlo
basado en la anamnesis, examen físico y radiografía
de tórax, que da una buena estimación de la CPT. Este
último volumen se mide sólo en casos seleccionados,
ya que es costoso y requiere de equipos disponibles sólo
en centros especializados.
Además de los
tres trastornos mencionados, podría distinguirse un cuarto
denominado alteración ventilatoria obstructiva mínima,
consistente en una disminución del FEF25-75 con valores normales
del resto de los índices espirométricos. Este patrón
se observa en pacientes con obstrucción bronquial difusa
leve, que sólo puede ser detectada por el FEF25-75, índice
más sensible que el VEF1 y que la relación
VEF1/CVF. Tiene el inconveniente que la dispersión
de sus valore normales es muy alta.
Graduación de
las alteraciones espirométricas
En la Tabla 20-4 se muestra
la graduación de los trastornos espirométricos adoptada
en Chile. Los valores escogidos son arbitrarios, ya que no existe
una correlación perfecta con la limitación de la capacidad
física. No obstante, estas cifras son útiles, pues
son usadas en el informe espirométrico que entregan los laboratorios
de función pulmonar, en la graduación de la incapacidad
física para efectos legales y en investigación.
TABLA
20-4
GRADUACION DE LAS ALTERACIONES ESPIROMETRICAS |
ALTERACION RESTRICTIVA
leve CVF <
P95* > 65 %
moderada CVF < 65 % > 50 %
avanzada CVF < 50 %
ALTERACION OBSTRUCTIVA
leve&
VEF1 > 65 %
moderada VEF1 < 65 % >
50 %
avanzada VEF1 < 50 %
|
Valores expresados
como % del valor teórico.
* : P95: percentil 95
& : la relación VEF1 /CVF debe ser < P95
en casos con VEF1 normal.
Variabilidad con broncodilatador
La administración
de broncodilatadores en pacientes obstructivos permite estimar los
mecanismos que causan el trastorno. Se puede observar tres tipos
de respuesta.
a) Normalización
con broncodilatador. Esto implica que el mecanismo de la obstrucción
es completamente reversible. como el espasmo bronquial , lo que
generalmente se asocia al diagnóstico de asma bronquial.
b) Cambio significativo
del VEF1 pero sin llegar al rango normal. Este tipo
de respuesta implica que existe un componente de broncoespasmo
importante que responde al broncodilatador empleado. Este aumento
del VEF1 no permite efectuar un diagnóstico
etiológico, ya que se puede observar tanto en asmáticos
como en enfermos con enfermedad pulmonar crónica obstructiva.
El cambio es significativo si alcanza un 15% o más, cifra
que representa la variación espontánea máxima
del método en enfermos obstructivos, sin tratamiento broncodilatador.
c) Ausencia de cambios
significativos. Esta falta de respuesta puede observarse tanto
en asmáticos como en pacientes con LCFA, por lo que tampoco
debe ser utilizada como criterio diagnóstico. La falta
de cambios del VEF1 en un asmático puede deberse
a dosis insuficientes del broncodilatador, a falta de llegada
de éste al sitio de la obstrucción, a predominio
de obstrucción por edema y secreciones que no se modifican
rápidamente, etc. Por otra parte, la falta de respuesta
en un enfermo con LCFA no permite concluir que el broncodilatador
sea terapéuticamente inútil, ya que existen múltiples
razones, que se analizarán más adelante, por las
cuales puede haber una disociación entre una respuesta
broncodilatadora clínicamente efectiva y la falta de cambios
del VEF1 en la espirometría
USOS DE LA ESPIROMETRIA
La espirometría
tiene múltiples finalidades (Tabla 20-5).
TABLA
20-5
USOS DE LA ESPIROMETRIA |
-
Diagnóstico
funcional respiratorio
-
Evaluación
de mecanismos de obstrucción bronquial
-
Graduación
de la capacidad funcional
-
Evaluación
de respuesta a tratamientos
-
Estimación
de riesgo quirúrgico
-
Medición
de la incapacidad física (médico legal)
-
Evaluación
de la reactividad bronquial inespecífica y específica
- Componente de los exámenes
de salud
- Examen preocupacional en faenas
con riesgo respiratorio
- Detección precoz de daño
en fumadores y otros riesgos inhalatorios
- Parte de exámenes de salud
-
Investigación
clínica y epidemiológica
|
Si tenemos presente que la
espirometría entrega información sobre trastornos
funcionales y que existen variadas causas para cada patrón
de alteración espirométrica, se comprende que su utilidad
para el diagnóstico de una enfermedad determinada es limitada.
Además, la identificación de un trastorno obstructivo
o restrictivo puede efectuarse en la mayoría de los casos
por la anamnesis, el examen físico y la radiografía
de tórax. Por estas razones, en muchos pacientes, especialmente
en los enfermos restrictivos, la espirometría sólo
confirma características esperables de la enfermedad, por
lo que resulta innecesario realizarla (derrames pleurales, neumonías,
edema pulmonar, etc.). En cambio, es esencial en otros aspectos
: suele haber pacientes obstructivos con manifestaciones clínico-radiográficas
mínimas o ausentes, en los cuales la obstrucción bronquial
sólo puede ser detectada con la espirometría.
Además, la utilidad
de este examen no estriba sólo en el diagnóstico funcional,
sino que también en la evaluación de la magnitud del
trastorno, lo que es útil en múltiples circunstancias,
tales como estimación objetiva del riesgo quirúrgico,
evaluación objetiva de la respuesta a un tratamiento, seguimiento
de la evolución , índice de la incapacidad física
para efectos legales, etc.
Es importante tener presente
que lo que el VEF1 mide es un trastorno fisiológico
que, junto con otros factores puede ser causante de síntomas,
de manera que la correlación de este indicador con la disnea,
por ejemplo, no es siempre estrecha.: dos personas con un mismo
VEF1 bajo pueden diferir en el grado de dificultad respiratoria
que presentan si tienen diferentes capacidades de musculatura somática
y respiratoria
La espirometría
se utiliza también para evaluar objetivamente la respuesta
de la vía aérea ante estímulos broncoconstrictores
inespecíficos (metacolina, histamina, aire frío) o
específicos (alergenos, aspirina, inhalantes industriales,
etc.). De esta forma es posible poner de manifiesto y medir la hiperreactividad
bronquial.
Además se esta acumulando
creciente evidencia que valores espirométricos bajos, aunque
aun estén dentro del rango normal , se asocian a mayor frecuencia
de patologías cardiociculatorias a medida que avanza la edad.
Por esta razón la espirometría siempre debe formar
parte de los exámenes de salud preventivos .
EJEMPLOS REPRESENTATIVOS
a.- Paciente de
sexo masculino, 18 años, talla 178 cm, con leve sensación
de disnea después del ejercicio. Examen físico normal.
Espirometría
|
TEORICO |
OBSERVADO |
|
|
Basal |
Post
broncodilatador |
|
Ref |
L.inf |
Absol |
%
teórico |
Absol |
%
teórico |
%
cambio |
CVF
(L) |
4,980 |
80 |
5,876 |
118 |
5,860
|
118 |
0 |
VEF1
(l) |
4,250 |
81 |
3,860 |
91 |
4,478 |
105 |
16 |
FEF
25-75 |
4,760 |
59 |
2,475 |
52 |
2,904 |
61 |
117 |
VEF1/
CVF% |
85 |
73 |
71 |
|
76 |
|
|
Ref =
valor de referencia
L.in = límite inferior
normal
Absol= valor absoluto
L Interpretación: existe un trastorno obstructivo leve
que se normaliza con broncodilatador. Por la historia compatible
con asma bronquial, se justifica iniciar tratamiento con broncodilatador.
b.- Paciente de
56 años, talla 161 cm, sexo masculino, fumador, con cardiopatía
coronaria e insuficiencia cardíaca izquierda. Se efectúa
una espirometría para descartar EPOC, ya que persiste con
disnea pese a estar clínicamente compensado de su problema
cardíaco.
Espirometría
|
TEORICO |
OBSERVADO |
|
|
Basal |
Post
broncodilatador |
|
Ref |
L.inf |
Absol |
%
teórico |
Absol |
%
teórico |
%
cambio |
CVF
(L) |
3,180 |
73 |
2,480 |
78 |
2,544 |
80 |
2,5 |
VEF1
(l) |
2,600 |
77 |
1,456 |
56 |
1,520 |
58 |
4,4 |
FEF
25-75 |
2,800 |
40 |
0,588 |
21 |
0,650 |
|
10,0 |
VEF1/CVF%
|
81 |
70 |
59 |
|
60 |
23 |
|
Interpretación:
existe un trastorno obstructivo de moderada intensidad que no
se modifica significativamente con aerosol broncodilatador. En
este paciente, los resultados indican que la disnea probablemente
se debe a una limitación crónica del flujo aéreo
que debe ser tratada simultáneamente con el problema cardíaco.
c.- Paciente de
58 años, sexo femenino, 162 cm, fumadora, portadora de un
cáncer bronquial sin diseminación. La Rx de tórax
muestra, además, claros signos de hiperinsuflación
pulmonar. Se efectúa una espirometría después
de 1 semana de tratamiento broncodilatador intensivo, que incluyó
30 mg diarios de prednisona.
Espirometría:
|
TEORICO |
OBSERVADO |
|
|
Basal |
Post
broncodilatador |
|
Ref |
L.inf |
Absol |
%
teórico |
Absol |
%
teórico |
%
cambio |
CVF
(L) |
3,000 |
72 |
2,100 |
70 |
2,200 |
73 |
4,7 |
VEF1
(l) |
2,440 |
73 |
0,770 |
31 |
0,770 |
31 |
0 |
FEF
25-75 |
2,510 |
57 |
0,410 |
16 |
0,430 |
16 |
0,8 |
VEF1/CVF%
|
81 |
69 |
36 |
|
35 |
|
|
Interpretación:
existe una alteración ventilatoria obstructiva avanzada
con CVF disminuida, que no se modifica con el tratamiento intensivo.
La Rx de tórax con aumento del volumen pulmonar por hiperinsuflación
demuestra que la causa de la disminución de CVF es una
obstrucción bronquial difusa. Pese a que el tumor pulmonar
es resecable, este grado de disfunción pulmonar contraindica
una intervención quirúrgica.
d.- Paciente de
78 años, sexo femenino, 158 cm, a quien se efectuó
una lobectomía y una toracoplastía hace 40 años.
Consulta por disnea.
Espirometría
|
TEORICO |
OBSERVADO |
|
|
Basal |
Post
broncodilatador |
|
Ref |
L.inf |
Absol |
%
teórico |
Absol |
%
teórico |
%
cambio |
CVF
(L) |
2,448 |
72 |
1,523 |
62 |
1,498 |
61 |
|
VEF1
(l) |
1,817 |
73 |
1,235 |
68 |
1,254 |
69 |
|
FEF
25-75 |
1,574 |
57 |
1,142 |
73 |
1,268 |
81 |
|
VEF1/CVF%
|
78 |
67 |
81 |
|
84 |
|
|
Interpretación:
se observa una limitación restrictiva moderada. Esta alteración
puede explicarse por su resección pulmonar. No hay evidencias
de obstrucción, por lo que no hay indicación de
tratar con broncodilatadores.
e.- Paciente varón
de 51 años, 170 cm, fumador, que consulta por disnea de larga
data, con exacerbaciones frecuentes. Su radiografía muestra
hiperinsuflación pulmonar y sus gases en sangre arterial,
hipoxemia e hipercapnia leves.
Espirometría
|
TEORICO |
OBSERVADO |
|
|
Basal |
Post
broncodilatador |
|
Ref |
L.inf |
Absol |
%
teórico |
Absol |
%
teórico |
%
cambio |
CVF
(L) |
4,046 |
73 |
2,500 |
62 |
2,600 |
64 |
4,0 |
VEF1
(l) |
3,301 |
77 |
1,143 |
35 |
1,186 |
36 |
3,7 |
FEF
25-75 |
3,474 |
40 |
0,98 |
28 |
1,100 |
32 |
12,0 |
VEF1/CVF%
|
81 |
71 |
46 |
|
46 |
|
|
Se indica un tratamiento broncodilatador
que incluye 30 mg diarios de prednisona durante una semana y se
repite la espirometría.
|
TEORICO |
OBSERVADO |
|
|
Basal |
Post broncodilatador |
|
Ref |
L.inf |
Absol |
%
teórico |
Absol |
%
teórico |
%
cambio |
CVF
(L) |
4,046 |
73 |
3,450 |
85 |
3,900 |
85 |
13,0 |
VEF1
(l) |
3,301 |
77 |
2,030 |
61 |
2,340 |
71 |
15,0 |
FEF
25-75 |
3,474 |
40 |
1,212 |
35 |
1,327 |
38 |
9,4 |
VEF1
/CVF% |
81 |
71 |
59 |
|
60 |
|
|
Interpretación:
en la primera espirometría se observa un patrón obstructivo
grave que no se modifica con broncodilatador. Este resultado, junto
con los otros datos clínicos, sugiere una EPOC. Sin embargo,
el tratamiento fue capaz de modificar marcadamente la espirometría,
lo que indica que el mecanismo de su obstrucción es potencialmente
reversible, hecho que sugiere un asma bronquial. En consecuencia,
este enfermo debe ser manejado como asmático.
Los espirómetros más
modernos adjuntan al informe la curva flujo/volumen correspondiente,
lo que permite detectar más fácilmente defectos de
ejecución. |
|