|
Dado que el diagnóstico histopatológico
es un determinante fundamental del diagnóstico y eventual
tratamiento del paciente, es útil un contacto entre el clínico
y patólogo para definir el problema que se desea resolver,
la zona de donde se tomará la muestra y las instrucciones
para su manejo. Resulta provechoso también analizar en una
reunión posterior los hallazgos histopatológicos y
su relación con el cuadro clínico.
Cuando no hay seguridad sobre la manera de
remitir la muestra al patólogo es recomendable enviarla sin
fijar, protegida dentro una gasa o compresa húmeda, en el
más breve plazo posible, sin sobrepasar los 60 minutos. Esto
permite que el patólogo divida la muestra y fije los fragmentos
en la forma más apropiada para los estudios complementarios
que se requieran. Sumergir la muestra en suero fisiológico
u otros líquidos, utilizar concentraciones inadecuadas de
fijador o fijar órganos completos puede deteriorar o inutilizar
el material y dificultar su estudio ulterior. La práctica
de enviar trozos diferentes de la muestra a dos patólogos
puede inducir a errores, ya que si uno de los fragmentos no es representativo
de la lesión, se tendrá diagnósticos diferentes
que sólo llevan a confusión. Si se desea dos opiniones,
ambas deben referirse al mismo material. La solicitud de biopsia
debe enviarse con los datos requeridos en el formulario sobre edad,
sexo, nombre, ficha clínica, etc., y la información
que deseamos obtener bajo la forma de una pregunta explícita
y precisa.
En algunas intervenciones quirúrgicas
y procedimientos diagnósticos invasivos es necesario contar
con información histopatológica antes de continuar
con el acto operatorio, para decidir la conducta definitiva a seguir.
Para ello se recurre a la biopsia contemporánea que, a través
de un procesamiento rápido entrega en pocos minutos un diagnóstico
de orientación. Se utiliza principalmente cuando no hay seguridad
sobre si la lesión es maligna o benigna y para saber si hay
infiltración neoplásica en los bordes de resección
quirúrgica.
La obtención de muestras del parénquima
pulmonar a través de la perforación de un bronquio
fino durante la endoscopía (biopsia transbronquial) tiene
una utilidad demostrada en el diagnóstico de algunas lesiones
difusas como tuberculosis miliar, linfangiosis carcinomatosa y sarcoidosis.
Puede dar resultados falsos negativos en enfermedades focales en
que hay áreas extensas de parénquima sano y es de
muy bajo rendimiento en afecciones como la alveolitis fibrosante
criptogénica y asbestosis, para cuya identificación
se necesita muestras más extensas de tejido. El valor diagnóstico
de este método depende de otros factores tales como la experiencia
del broncoscopista, número y tamaño de las muestras
obtenidas, utilización de tinciones especiales, experiencia
del patólogo y la comunicación entre clínico
y patólogo.
La punción transtorácica
con aguja fina bajo control radiológico destinada a obtener
material para examen citológico y, en ocasiones, se puede
obtener trozos para histología. Es aplicable en masas o nódulos
periféricos de 10 mm o más, no accesibles endoscópicamente,
En lesiones periféricas el procedimiento es generalmente
bien tolerado y su sensibilidad es superior al 90% y su especificidad
cercana al 95%. Está contraindicada si existen bulas en el
trayecto que debe seguir la aguja por el riesgo de neumotórax,
como también si existe la posibilidad de un quiste hidatídico
por el peligro de shock anafilactico.
La biopsia quirúrgica, llamada "a cielo
abierto", es de elevado rendimiento, pues permite al cirujano escoger
visual y palpatoriamente el o los lugares más aptos para
la biopsia. Cuando se efectúa para el diagnóstico
de enfermedad intersticial difusa, debe evitarse obtener muestras
de los bordes de la língula y lóbulo medio, pues,
aunque son técnicamente muy accesibles, es corriente que
tengan alteraciones cicatriciales que limitan significativamente
su representatividad para el diagnóstico. Actualmente, se
refiere biopsia hecha a través de una video-toracoscopia,
con lo que se reducen marcadamente el tamaño de la incisión,
riesgos duración del post-operatorio
TECNICAS ESPECIALES
En casos complejos puede ser necesario efectuar
técnicas destinadas a obtener información no accesible
con los métodos usuales, ya sea para tomar decisiones clínicas
o con fines de investigación.
La microscopía electrónica
de transmisión permite hacer el diagnóstico definitivo
en enfermedades tales como granuloma eosinófilo, amiloidosis
pulmonar y síndrome de cilio inmóvil. Para esta técnica
se requiere que el material sea fijado en glutaraldehído
u otros fijadores especiales.
Las técnicas inmunohistoquímicas
con anticuerpos monoclonales permiten precisar tipos histológicos
de tumores, detectar secreción ectópica de hormonas
en el tumor mismo, detectar antígenos de superficie en linfocitos
y precisar la clonalidad de infiltraciones linfoides. Se requiere
material fresco o congelado.
La hibridación in situ con sondas
de ADN permite identificar oncogenes celulares y virales y sus productos,
virus, bacterias, micobacterias y parásitos. Puede utilizarse
material fijado en formalina e incluido en parafina.
CITOLOGIA
Consiste en el estudio de células, aisladas
o en grupos, presentes en secreciones, líquido de lavado
bronquial o broncoalveolar o aspirado de punción de masas
sospechosas. Se aplica a la pesquisa precoz del cáncer y
de las lesiones precursoras de alto riesgo. También se aplica
en el estudio de nódulos o masas anormales con muestras obtenidas
por punción aspirativa con aguja fina bajo guía radioscópica,
ecográfica o de tomografía computarizada, tanto de
masas superficiales como profundas. La citología se utiliza
también como complemento de biopsias, con un claro aumento
del rendimiento diagnóstico. Por ello, se agrega frecuentemente
a la biopsia endobronquial el cepillado y lavado bronquial, y a
la biopsia pleural, el examen citológico del líquido.
Es necesario tener presente que la citología no reemplaza
a la biopsia, ya que, si bien es capaz de establecer el diagnóstico
de cáncer, puede ser insuficiente para clasificar su tipo
con seguridad, debido a la pérdida de la arquitectura histológica.
Finalmente, en citología sólo los resultados positivos
dan real información: el diagnóstico negativo no descarta
cáncer, ya que su sensibilidad no es absoluta.
Por otra parte, en el último tiempo
ha ganado gran importancia el estudio de bacterias, hongos, micobacterias,
parásitos y del efecto citopático viral en muestras
citológicas en pacientes con inmunodepresión. El examen
es rápido, con escasa manipulación y de buen rendimiento
en manos de especialistas con experiencia.
AUTOPSIA
Estudios sistemáticos muestran que hasta
un 45% de los pacientes fallecidos no son íntegramente diagnosticados
en vida. El porcentaje de error diagnóstico "trascendental",
o sea, que podrían haber modificado el tratamiento y la evolución
en forma significativa, es de 10 a 12%. Esta cifra ha permanecido
inalterada en las últimas décadas. La autopsia permite
formular un diagnóstico final o definitivo, dar una explicación
a las observaciones clínicas dudosas y evaluar la calidad
de un tratamiento.
La autopsia es irreemplazable por la información
que aporta para certificar la causa de defunción en casos
médico-legales y en estudios clínicos. Además,
los estudios post-mortem permiten establecer con seguridad la causa
de muerte en pacientes inmunodeprimidos, así como qué
gérmenes oportunistas son los prevalentes en cada centro
asistencial, información esencial para adoptar medidas preventivas
y decidir empíricamente los antibióticos de elección
para beneficio de futuros casos.
Desgraciadamente existe una creciente resistencia
entre los familiares para permitir la necropsia, siendo responsabilidad
del médico tratante hacer el máximo esfuerzo para
lograr la autorización pertinente. |
|