CAPITULO 48

CORAZON PULMONAR CRONICO

 
     
     
     
     

 

 
 

La denominación corazón pulmonar crónico se utiliza para designar a toda enfermedad cardíaca ocacionada por hipertensión pulmonar primaria o secundaria. La secuencia de eventos que culmina en el corazón pulmonar crónico comienza con el desarrollo de hipertensión pulmonar, que determina sobrecarga del ventrículo derecho (VD) y conduce a su dilatación e hipertrofia. Posteriormente el VD se hace insuficiente, aumenta su presión diastólica, se sobrecarga la aurícula derecha y se produce hipertensión venosa sistémica.

MANIFESTACIONES CLINICAS

El examen cardíaco revela signos de hipertensión pulmonar, como aumento del componente pulmonar del segundo ruido y latido impulsivo del VD en la zona paraesternal derecha o en epigastrio, por hipertrofia del VD, que puede ser muy difícil de detectar en casos de enfisema. La aparición de un tercer ruido derecho indica insuficiencia ventricular y la insuficiencia tricuspídea por dilatación del VD se traduce por un soplo sistólico de regurgitación y aumento de la onda y pulso venoso. Además, hay ingurgitación yugular, hepatomegalia, reflujo hepatoyugular y edema. La disminución del gasto cardíaco se traduce por fatigabilidad, compromiso del estado general, baja de peso, anorexia, etc.

MANIFESTACIONES RADIOGRAFICAS

Son escasas, ya que frecuentemente la silueta cardíaca no aumenta notoriamente de tamaño. El crecimiento de VD es algo más aparente en la proyección lateral, con disminución del espacio aéreo situado entre corazón y esternón.

ELECTROCARDIOGRAMA

Aunque los signos electrocardiográficos de corazón pulmonar son característicos, pueden estar ausentes incluso en casos avanzados. Ellos incluyen R/S >1 en V5 y V6; S > R en V1; bloqueos de rama derecha; P > 2mm en D2 (P pulmonar) y desviación a la derecha del eje eléctrico.

TRATAMIENTO

El cor pulmonale puede ser el resultado de cualquiera de las causas de hipertensión pulmonar vistas en el capítulo anterior. El tratamiento básico exige, por lo tanto, la corrección o atenuación de la enfermedad causal. Siendo la EPOC la causa más frecuente de hipertensión pulmonar crónica, el manejo generalmente incluye la corrección de la hipoxemia, hipercapnia y acidosis. Los diuréticos son útiles al disminuir la precarga del VD, pero deben administrarse con cautela porque pueden disminuir la volemia y así acentuar la disminución del gasto cardíaco. Los digitálicos son poco útiles y significan un gran riesgo por su toxicidad, que aumenta en estos enfermos por la hipoxemia, por lo que sólo son utilizados con cautela cuando existe compromiso ventricular izquierdo asociado o arritmias.