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CARACTERISTICAS ANATOMICAS
El mediastino es la región anatómica
situada entre los dos pulmones. Sus límites son los siguientes:
- Cefálico: un plano convencional que
une el borde superior del esternón con el proceso espinoso
de la séptima vértebra cervical.
- Caudal: el plano dado por el diafragma.
- Dorsal: la columna vertebral dorsal.
- Ventral: la cara dorsal del esternón.
- Laterales: las pleuras parietales mediastínicas.
Se le subdivide en tres compartimentos fácilmente
identificables en la radiografía lateral de tórax
(Figura 52-1), que contiene normalmente las siguientes estructuras:
Figura 52-1. Compartimentos del
mediastino. Los compartimentos anterosuperior, medio y posterior
son fácilmente identificables en la radiografía
lateral de tórax mediante una línea trazada
por la cara anterior de la silueta cardíaca que, a
la altura de la mitad del esternón, se dirige como
una recta hasta el cuerpo de la cuarta vértebra dorsal,
y mediante otra vertical, que desciende tangencialmente a
la cara anterior de los cuerpos vertebrales.
Mediastino anterosuperior: tráquea,
ganglios linfáticos, arco aórtico y sus grandes
vasos, venas innominadas, timo, ocasionalmente parte de la tiroides,
tejido areolar laxo.
Mediastino medio: corazón,
pericardio, ganglios linfáticos, hilios pulmonares, vena
cava superior, nervios frénicos y vagos.
Mediastino posterior: esófago,
aorta descendente, vena ácigos, conducto torácico,
ganglios linfáticos, nervios vagos, cadena simpática
y tejido areolar laxo.
CAPITULO 52
AFECCIONES MEDIASTINICAS
PRESENTACION CLINICA
MANIFESTACIONES POR COMPRESION
Los principales síntomas y signos originados
en el mediastino resultan básicamente de la compresión
de sus distintos órganos. Por lo tanto, la presencia
de un determinado síndrome mediastínico no es
específica para una etiología determinada. Además,
debido a la aglomeración de estructuras en un espacio
reducido, una misma alteración puede producir diferentes
síndromes.
Síndrome de vena cava superior.
Es el más frecuente y se caracteriza por:
Cianosis periférica de cabeza, cuello y
parte alta del tórax.
Circulación colateral, visible en la cara
anterior del tórax, que drena el territorio comprometido
hacia el sistema de la vena cava inferior y/o la vena ácigos.
Edema en esclavina.
Síndrome de compresión de vías respiratorias.
Se caracteriza por:
Tos seca.
Disnea inspiratoria con cornaje.
Tiraje supraesternal, intercostal y epigástrico
por la mayor negatividad de la presión pleural.
Obstrucción bronquial con atelectasia o hiperinsuflación
localizada.
Síndrome de compresión nerviosa. Es
variable según el nervio comprometido:
Frénico: puede dar síntomas
por irritación (dolor irradiado al hombro u omalgia)
o por parálisis diafragmática (ascenso diafragmático
en Rx y respiración paradójica).
Recurrente laríngeo: también causa
síntomas por irritación (espasmo glótico)
o por parálisis de una cuerda vocal (voz bitonal, disfonía).
Ganglios y nervios simpáticos: síndrome
de Claude Bernard-Horner (enoftalmia, ptosis palpebral y miosis).
Síndrome esofágico:
caracterizado por disfagia debida a infiltración o compresión
extrínseca del esófago.
Síndrome de compresión
arterial: es poco frecuente debido
a que por su presión interna, los vasos arteriales son
generalmente rechazados y no comprimidos:
Compresión de arteria pulmonar: produce
frémitos y soplo sistólico pulmonar, crecimiento
de cono de salida del ventrículo derecho.
Compresión aórtica: se puede observar soplo sistólico
aórtico, frémito irradiado a vasos del cuello, alteraciones
periféricas del pulso que varían según el
sitio de la compresión.
Síndrome sistémico.
Se caracteriza por acción a distancia de sustancias producidas
en el mediastino:
Hipercalcemia en tumores de paratiroides.
Miastenia gravis en tumores del timo.
Ginecomastia en tumores de células germinales.
Hipertensión arterial en feocromocitomas.
OTRAS MANIFESTACIONES
Las lesiones pueden crecer considerablemente antes de producir
dolor, que es más frecuente en los tumores malignos que
invaden las estructuras vecinas. Es conveniente recalcar la
importancia de las adenopatías cervicales, las que deben
buscarse cuidadosamente, pues en un alto porcentaje están
directamente relacionadas con enfermedades mediastínicas.
En ocasiones puede producirse un neumomediastino, por entrada
de aire en este compartimento. Puede ser pesquisado en la radiografía
de tórax o en el examen físico como enfisema subcutáneo,
que puede alcanzar grandes proporciones. Generalmente se debe
a una causa grave, entre las que destacan ruptura de esófago
y ruptura traqueobronquial, entidades que deben ser descartadas
en todo paciente que presente este signo.
PROCEDIMIENTOS DIAGNÓSTICOS
Están dirigidos a demostrar la existencia
de la lesión y a precisar sus características
morfológicas macroscópicas e histológicas.
Radiografía de tórax.
La radiografía simple es el examen con el cual se detecta
la mayoría de los trastornos mediastínicos,
pero para conocer su localización, naturaleza física
y extensión debe complementarse con los exámenes
que se anotan más adelante.
Ecografía.
Puede ser útil para confirmar la naturaleza quística
de algunas lesiones del mediastino superior, especialmente
las originadas en tiroides y paratiroides.
Tomografía axial computarizada
(TAC). Es el método de
elección, pues precisa con gran seguridad las características
morfológicas de las lesiones. Por su mayor sensibilidad
puede detectar alteraciones inaparentes en la radiografía
simple, como puede suceder en tumores del timo sospechados
por la presencia de una miastenia gravis. La medición
de la densidad de la lesión permite determinar si ésta
es quística, sólida o formada por grasa. La
utilización de un medio de contraste hace posible una
clara individualización de las estructuras vasculares,
permitiendo diagnosticar aneurismas aórticos y sus
complicaciones. También se pueden detectar pequeñas
colecciones líquidas o gaseosas en la mediastinitis,
facilitando su abordaje quirúrgico. La TAC evita, en
un considerable número de casos, procedimientos invasivos,
debido a que orienta hacia el diagnóstico de lesiones
benignas con un alto grado de seguridad.
Resonancia nuclear magnética.
Aunque su uso aún se encuentra limitado por su
disponibilidad restringida y su alto costo, la resonancia
nuclear magnética aparece como un examen útil
en la evaluación del mediastino ya que, además
de evitar el uso de radiaciones ionizantes, permite el estudio
en un plano sagital y tiene buen rendimiento en el estudio
de estructuras vasculares, sin necesidad de medio de contraste.
Mediastinoscopia. Consiste
en el examen del mediastino anterosuperior a través
de una incisión supraesternal y en una exploración
de todas las zonas hasta la región subcarinal mediante
el uso del mediastinoscopio. Tiene el propósito de
obtener muestras de tejido para estudio histológico.
Mediastinotomía.
Consiste en la obtención de muestras para biopsia mediante
la exploración del mediastino a través de una
incisión paraesternal, generalmente al nivel de segundo
cartílago condroesternal. Tiene indicación en
aquellos casos en los cuales la mediastinoscopia no es suficiente
y tiene riesgos, como ocurre en lesiones situadas en la vecindad
de la aorta, arteria pulmonar y vena cava superior.
TUMORES MEDIASTINICOS
Por la similitud de sus manifestaciones clínicas,
se considera bajo esta denominación tanto neoplasias
como tumores de origen inflamatorio o derivados de malformaciones,
así como a la presencia de órganos normalmente
situados en otras regiones anatómicas (tiroides, paratiroides).
La mayoría de los casos son asintomáticos
y se presentan como hallazgo radiológico. De estas lesiones,
un 90% son benignas, mientras que de aquellas que presentan
algún tipo de síntomas, un 50% son malignas. Esta
proporción es diferente en niños, en los cuales
cerca de 45% del total de los tumores mediastínicos son
malignos.
La localización del tumor en los distintos
compartimentos anatómicos del mediastino permite sospechar
algunas etiologías:
Mediastino anterosuperior
- Timoma.
- Tumores de células germinales (teratoma, teratocarcinoma,
seminoma, coriocarcinoma, carcinoma embrionario).
- Linfomas.
- Tumores de tiroides.
- Tumores de paratiroides.
Mediastino medio
- Quistes pericárdicos.
- Quistes broncogénicos.
- Quistes entéricos.
- Adenopatías.
- Otros.
Mediastino posterior
-
•Tumores neurogénicos (neurofibroma,
neurosarcoma, ganglioneuroma, etc.).
Proceso diagnóstico
El estudio de estos tumores generalmente
se inicia con la radiografía simple, pero la TAC es
el examen que tiene mayor rendimiento para caracterizar morfológicamente
la lesión. Sin embargo, salvo algunas excepciones en
las que la TAC puede efectuar un diagnóstico de certeza
(lipomatosis, tiroides, etc.), en la mayoría de los
casos es necesario obtener confirmación histológica
de las masas tumorales para orientar la conducta terapéutica.
MEDIASTINITIS AGUDA
Es un cuadro poco frecuente, que se asocia
a una gran letalidad. Puede deberse a traumatismos (heridas
penetrantes), complicaciones de cirugía (osteomielitis
post esternotomía), extensión de una infección
de tejidos adyacentes (tejido retrofaríngeo, pulmón,
pericardio, pleura, adenopatías, retroperitoneo, abscesos
subfrénicos, etc.). La causa más frecuente es
la ruptura de esófago, la que puede deberse a traumatismos
(heridas penetrantes), ingestión de cuerpos extraños
(prótesis dentales), iatrogenia (endoscopias), ruptura
de esófago por hiperemesis (síndromes de Boerhaave
y de Mallory-Weiss) o a necrosis de un cáncer esofágico.
Los síntomas comienzan generalmente
en forma brusca con fiebre, gran compromiso del estado general,
dolor retroesternal irradiado al cuello, taquipnea y signos
de sepsis. Si la causa es perforación esofágica,
suele haber neumomediastino, que se puede manifestar por enfisema
subcutáneo y que se confirma con la radiografía
de tórax, la que puede mostrar derrame pleural, neumotórax
o ensanchamiento del mediastino. También es útil
una radiografía con medio de contraste hidrosoluble,
que revela la extravasación del medio hacia el espacio
periesofágico o a la cavidad pleural.
El tratamiento consiste en drenaje quirúrgico,
soporte hemodinámico y antibióticos que cubran
anaerobios, grampositivos y gramnegativos. El pronóstico
es grave, especialmente en casos diagnosticados en forma tardía,
en los cuales la letalidad sobrepasa el 50%.
MEDIASTINITIS CRONICA
Es poco frecuente y se debe a inflamación
crónica granulomatosa (tuberculosis, histoplasmosis)
o causas desconocidas, caso en que suele asociarse a fibrosis
de otros tejidos, como fibrosis retroperitoneal. Compromete
especialmente al mediastino superior, lo que radiográficamente
se traduce por su ensanchamiento, con calcificaciones ocasionales.
La mayoría son enfermos asintomáticos, pero en
algunos puede haber signos graves de compresión de estructuras
mediastínicas.
La diferenciación entre mediastinitis
granulomatosa e idiopática es histológica. El
tratamiento de la mediastinitis granulomatosa es el de la enfermedad
causa.
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