NebulizadoresLos equipos más antiguos son los nebulizadores, que son recipientes de plástico (antiguamente se fabricaban de vidrio) dentro de los cuales se coloca una dosis del fármaco diluido en solución NaCl al 0,9% (Figura 5.1). Un flujo de oxígeno o de aire comprimido aspira el líquido, lo hace chocar contra una superficie y lo dispersa, transformando la solución líquida en aerosol, el cual es inhalado por el paciente mientras respira desde una mascarilla o boquilla conectada al nebulizador. La terapia domiciliaria con nebulizaciones es posible efectuar mediante cilindros de gas a presión o mediante compresores que generan aire a presión mediante un motor eléctrico.
Esta forma de producir aerosoles es menos eficiente, ya que sólo 1 a 3% de cada dosis llega al pulmón; el resto se deposita en la boca, se pierde al ambiente o queda depositado en las paredes del nebulizador. La principal ventaja de este sistema es que no requiere de participación del paciente, el aerosol puede ser recibido en forma pasiva. Las desventajas son múltiples: requieren de personal entrenado que los manipule, su uso es más costoso, existe el riesgo de contaminación de los equipos. |
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