Flujo espiratorio máximo o PEF

La necesidad de contar con un instrumento de medición más simple que el espirómetro, condujo al desarrollo del flujímetro, instrumento simple y económico que puede ser empleado en los consultorios, en los servicios de urgencia e incluso por los pacientes en sus domicilios (Figura 4.1).

Figura 4.1

El flujímetro permite medir el flujo espiratorio máximo, más conocido como PEF (peak expiratory flow). Este índice funcional es similar al VEF1, con el cual se correlaciona muy bien.

Aun cuando el PEF necesita bastante colaboración del sujeto, su reproducibilidad, una vez aprendida la maniobra, es habitualmente muy buena. Por su mediana sensibilidad, no permite detectar obstrucciones leves.

El PEF se emplea preferentemente en el control seriado de pacientes con asma, que hace posible evaluar objetivamente las variaciones de la obstrucción de las vías aéreas producidas por la enfermedad o por su tratamiento.

Técnica de medición del PEF

Esta prueba debe ser efectuada por el médico general, por lo que éste debe conocer la técnica correcta de realizarla.

El paciente debe tomar el flujímetro, cuidando de no interferir con el movimiento del cursor y sin apretarlo. Debe tomar una inspiración máxima, hasta CPT, e inmediatamente después efectuar una espiración forzada, máxima. A diferencia de la espirometría, la espiración puede ser muy corta, lo que causa menos disconfort al paciente.

El enfermo debe efectuar tres maniobras satisfactorias y se debe registrar el mejor PEF.

Posteriormente se puede administrar un aerosol de salbutamol , generalmente 200 microgramos, preferentemente mediante una cámara de inhalación.

Después de 5 minutos se efectúa una nueva medición de PEF (con tres maniobras) y se evalúa la respuesta al broncodilatador.

 
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